LEONEL NEWS: Fundado el 1° de Nov.2007

noviembre 6, 2007

Barrio Manuel Montt: desplazando a Suecia

Filed under: 1,ACTUALIDAD — leonelaviles @ 8:47 pm

La capital chilena, ha visto nacer, crecer y morir varios barrios bohemios en las últimas dos décadas. la mayoría responde a la misma dinámica: dos o tres locales de muy buena calidad se instalan en un sector, ganando mucho prestigio en muy poco tiempo. Prontamente, no dan abasto ante tanto parroquiano y aparece la competencia, que son varios locales que luchan entre si por capturar a aquellos visitantes que no alcanzaron mesa en los pub pioneros. En esta verdadera batalla campal, se utilizan todas las armas del merchandansing conocido y por conocer, como por ejemplo promotoras, volantes, afiches, etc.

Hasta aquí todo bien. El problema comienza cuando la invisible mano reguladora del mercado comienza a muñequear.

Los locatarios, bajan los precios, aparecen los famosos 2×1, florecen los combos y promociones; decae la calidad de tragos y comida y empiezan las temidas reducciones de personal. Todo para mantenerse con números medianamente azules.

Aplicando la ley de acción y reacción, bajan los precios, baja el nivel sociocultural de los clientes. comienzan los excesos. el barrio es inseguro, se pone flaite, pierde su prestigio.

En los 90 pasó con el famoso Barrio Bellavista ( http://www.todobellavista.cl). Al principio era una maravilla a los pies del cerro, los locales, las mesitas afuera, los artistas callejeros, pintores, poetas, artesanos, hippies y cuicos. Un espacio muy democrático y romántico.

A los pocos años se fue a pique. Ahora ir “Al bella” es de chulos y curaos. se toma “Chela” y “piscola”. Además es peligroso. Si no tienes auto, lo más probable es que te cogoteen en la Alameda o te peguen los nazis. Una pésima opción para pasar un buen rato.

Casí en paralelo a la decadencia de Bellavista,  por ahí por el 2000, comezó a funcionar el Barrio Suecia. Una versión más pituca. Estilo europeo, demasiado kitsch para mi gusto, pero con buen ambiente, muchos locales, buena comida, buenos tragos, exelente atención. Hasta que la mentada mano regularizadora metió sus sucias garras.  La delincuencia se apoderó del sector.  Peleas, droga y hasta prostitución se puede encontrar. La bulla de las discotecas es insoportable y se puede escuchar a varias cuadras. se conocen locales que por una miserable luca, te sirven un combinado y un platillito con mani, claro que la resaca al día siguiente es insoportable. se puso chulo ir a “Zuesia”. De hecho desde el año pasado que existe una iniciativa de clausurar completamente este sector.(http://www.plataformaurbana.cl/archive/2006/05/01/se-acaba-el-carrete-en-suecia/)

GERMAN HEVIA

Entonces, ahora, le toca el turno a otra manzana para ocupar el trono dejado por este último moribundo barrio bohemio de la capital.

 FLORECIMIENTO DEL BARRIO MANUEL MONTT:

A mi entender, el Barrio Manuel Montt, debería ser el sucesor. Esto, porque tiene buenas vías de acceso, metro a la salida de los pub y restaurantes. La mayoría de la clientela son oficinistas y secretarias de las empresas que funcionana en el sector, que aprovechan los happy hours antes de irse a la casa. La mayoría para evitarse el taco o el horror de viajar en transantiago en la hora pick.

La atención, los tragos y comidas y la infraestructura de la mayoría de los pub que aquí funcionan son de exelente calidad.

En lo personal, este humilde reportero, ha tenido el placer de disfrutar de las maravillas cuilinarias y etílicas de varios locales, pero sólo me referiré a tres, que son los que más conozco. Insisto, hay muchos más, a algunos nunca he entrado, pero por fuera se ven agradables.

Entonces, las mesas que escrutaremos en la II parte serán las de Liguria (http://www.liguria.cl), Le Pub 36 1/2 (http://www.lepub.cl) y Cyclos pub.

4 comentarios »

  1. muy buen reportaje, entretenido..
    te dire que miro todos los dias tu blog para ver lo nuevo que has escrito
    te sugiero que des una segunda mirada para corregir algunas faltas que no viste..
    oye, que es kitsch? lo busque en el diccionario y no sale.
    carinos.
    Marisela de USA

    Comentarios por Marisela — noviembre 7, 2007 @ 6:42 pm | Responder

  2. Amigazo mío!
    Felicitaciones, está muy bueno lo que escribiste, esparermos atentos la segunda parte, lo mejor de todo es que este nuevo Barrio del que hablas lo hemos podido disfrutar juntos con ricos traguitos y como siempre una muy genial y chistosa conversa.
    Un abrazo

    Comentarios por Daniela — noviembre 7, 2007 @ 8:28 pm | Responder

  3. «36 1/2»

    Hola amigos, quisiera contarles lo que nos pasó con mi pololo en una tarde en este bar.
    Llegamos la tarde del martes 5 de enero (tipo 20:30 o 21:00) con mi pololo de Inglaterra a tomar algo rapidito al bar 36 y medio que está en el barrio Manuel Montt, en General del Canto, 36; habíamos tenido un largo día y sólo queríamos tomar un trago para relajarnos, ya que al día siguiente teníamos que trabajar muy temprano.
    Nos sentamos en la terraza del bar (que es muy agradable, por cierto) y nos decidimos por un «Happy Hour» de caipirinhas. Cuando llegamos, la mesera (una chica bastante agradable) nos entregó la carta donde no aparecían los «Happy Hours» y yo le pregunté si estábamos en la hora del «Happy Hour» y cuál era el precio. Ella me dice que no había problemas con la hora y que el precio es el que está en la carta, pero que en lugar de uno, recibiría dos…. Perfecto!
    Pedimos un «Happy Hour» de caipiras (como ya lo dije) y cuando la mesera estaba saliendo de la mesa, yo le pregunté otra vez: ¿ese es el precio por un «Happy Hour»? a lo que ella me responde otra vez que sí. Llegaron nuestros tragos y los disfrutamos increíblemente ya que estaban bastante buenos y mareadores. Pero lamentablemente al día siguiente había que laburar, así que decidimos pedir la cuenta: aquí comienza el problema.
    La mesera se tardó unos 10 minutos en llegar a la mesa. Le pedimos la cuenta, a lo que ella responde con ¿les traigo las otras? y yo: ¿las otras qué? En ese momento ella me dice que no es posible compartir un «Happy Hour» y yo le digo: «pero tú no nos dijiste nada cuando te las pedimos» pero ella insistía en su idea. Al no tener una respuesta satisfactoria a mi problema, pedí hablar con el administrador o dueño o alguien quien pudiera ayudarme: aquí comienza la crisis.
    Tuvimos que pararnos de nuestra mesa para ir a hablar con la cajera: una mujer bastante simpática en el comienzo y empiezo a explicarle la situación: que la mesera no nos advirtió sobre la «política del bar» de no poder compartir un «Happy Hour», pero que ya no queríamos más alcohol, por lo tanto yo estaba pagando lo que yo había comprado: un «Happy Hour» con dos tragos. Ella me responde exactamente lo mismo: que no se puede compartir y yo le digo que NUNCA LA MESERA ME DIJO ESO y que en realidad yo puedo hacer lo que yo quiero con el «Happy Hour»: tomarme los dos, botar uno, compartir uno.. daba lo mismo: yo pedí un «Happy Hour» y pagaba uno.
    El tema es que esta mujer comenzó a alterarse de una forma incomprensible y a explicarnos lo mismo una y mil veces… Yo intentaba decirle que el problema fue que la mesera no nos avisó sobre la «política del bar» antes y que todavía no desarrollábamos poderes extrasensoriales para adivinarlo y no, si yo compartía o no el «Happy Hour». Me amenazó con llamar a carabineros, a lo que yo le dije que no tenía problema porque yo estaba pagando lo que yo pedí: UN «Happy HOUR» AH! TODO ESTO ELLA LO HIZO GRITANDO PARA QUE TODAS LAS PERSONAS DEL BAR ESCUCHARAN
    El broche de oro fue cómo ella nos «despidió»: me arrebató el dinero de mi mano y apuntó con su dedo a mi pololo y a mí y nos dijo «nunca más los quiero ver en mi bar» en ese momento me perdí del tema… ya que ella comenzó a gritar descontroladamente frases como: «salgan de mi bar sinvergüenzas» (levantando sus manos como quien está echando a los perros del living de su casa), «son ustedes unos picantes que no quieren pagar» «no los quiero ver más aquí» etc etc etc. OFENDIENDONOS gratuitamente FRENTE A TODOS
    Fuimos «escoltados» hasta el primer piso por ella (que continuaba insultándonos a gritos) y por un pseudo guardia que estaba en el lugar. Ella se paró en la puerta y todavía nos gritaba insultos hacia afuera del bar.
    Realmente fue impresionante la situación. Mi pololo todavía está en shock y cada vez que vamos a un bar pregunta con su escaso español: ¿»Podemos compartir el «Happy Hour»?
    Amigos, con mi novio vamos unas tres veces por semana a relajarnos después del trabajo a algún bar con un trago (se entiende entonces, que no era un problema de dinero la razón por la cual no queríamos más alcohol) y esa fue la primera vez que nos sucede algo así. No era esta la primera vez que tomábamos un «Happy Hour», pero definitivamente será la última en ese lugar.
    No hubiese tenido problemas en aceptar la «política del bar» siempre y cuando me la hubiesen advertido antes.

    Comentarios por Paola — enero 14, 2010 @ 9:08 pm | Responder

  4. A mi me paso LO MISMO que a Paola en el 36 1/2. Son bien flaites a la hora de cobrar.
    La diferencia es que yo no tenía un pololo inglés; sólo un «peor es nada» chileno, que obviamente hoy está casado.
    Y sigo yendo al mismo bar sin aprender la lección.
    Sí. la vida es injusta.

    Comentarios por J — diciembre 5, 2011 @ 6:26 pm | Responder


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